EL MISTERIO DEL FARO DE EILEAN MOR: LAS DESAPARICIONES DE LAS ISLAS FLANNAN

26 de diciembre de 1900. Islas Flannan, Escocia. El barco Hesperus arriba a la remota isla de Eilean Mor. La isla solamente está habitada por tres personas: los tres vigilantes del faro. Sin embargo, ninguno de ellos sale al embarcadero a recibir al Hesperus. El capitán hace sonar la sirena del barco y lanza una bengala para llamar la atención. No hay respuesta. En el faro, todo está en su lugar. No falta nada… excepto los tres fareros. 

El faro de las islas Flannan y el mayor misterio de Escocia

Las islas Flannan son un grupo de siete pequeñas islas escarpadas y nebulosas que forman parte del archipiélago de las Hébridas exteriores. Se encuentran en el Atlántico norte frente a la costa noroeste de Escocia y se llaman así en honor al santo irlandés San Flannan de Killaloe.

Eilean Mor significa en gaélico “isla grande” y recibe su nombre por ser la mayor de las islas Flannan. Aun así, tiene una extensión de tan solo 17,5 hectáreas. Hasta 1899 permaneció deshabitada, y en su territorio solo se encontraban las ruinas de la capilla donde en el siglo VI vivió retirado San Flannan.

Pero el 7 de diciembre de ese mismo año, brilló por primera vez la luz del nuevo faro construido en lo alto de la isla.

El faro de Eilean Mor mide unos 23 metros de altura y se encuentra en la cima de un acantilado de 88 metros de altitud. Emite una luz que es visible desde una distancia de hasta 24 millas náuticas (44 km) en condiciones de buena visibilidad. Hoy en día está automatizado, pero en la época de su inauguración se necesitaban fareros para mantenerlo en funcionamiento.

Desde su construcción el faro, guía de navegantes entre los escarpados acantilados y los peligrosos vientos y mareas de las Islas Flannan, tenía como misión mejorar la seguridad náutica y prevenir futuros naufragios. Sin embargo, justo un año después de su inauguración los tres fareros que se encargaban de su mantenimiento desaparecieron sin dejar rastro. Hoy en día su desaparición sigue siendo un misterio.

Los tres fareros de Eilean Mor: la vida en el faro

Los tres fareros que desaparecieron en diciembre de 1900 eran James Ducat, Thomas Marshall y Donald MacArthur. James Ducat era el farero principal. Thomas Marshall era el segundo farero. Y Donald MacArthur era un farero ocasional que estaba cumpliendo las funciones del primer ayudante, llamado William Ross, que se encontraba enfermo.

En la época en que vivieron estos tres hombres, la vida del farero no era fácil.

Muchos faros están ubicados en islas remotas, acantilados escarpados y otros lugares que garantizan la máxima seguridad para los navegantes, pero que son de difícil acceso.

En aquellos tiempos en que los faros todavía no estaban automatizados, el trabajo del vigilante de un faro era muy exigente y solitario.

La luz funcionaba mediante una llama producida por una lámpara de aceite o parafina y el aparato óptico del faro estaba montado en un mecanismo giratorio para que la luz se moviese de forma circular. El depósito de combustible debía rellenarse manualmente, y había que darle cuerda al mecanismo giratorio, igual que a los relojes antiguos. Estas eran algunas de las tareas cotidianas del farero, que también debía asegurarse de que el aparato óptico estuviese limpio y vigilar continuamente que la lámpara no se apagase.

El trabajo requería una atención constante, y los vigilantes necesitaban estar presentes día y noche. Por eso durante sus turnos de trabajo vivían en el faro que tenían asignado, con relevos rotativos entre varios fareros.

En el caso del Faro de Eilean Mor, había cuatro fareros que iban rotando en turnos regulares para que siempre hubiese tres hombres en la isla y un cuarto para los relevos.

La desaparición de los vigilantes del faro: los hechos

El 7 de diciembre de 1900 fue la fecha del último relevo, y también la última fecha en que los tres fareros fueron vistos con vida. El superintendente de la Northern Lighthouse Board, que era la compañía para la que trabajaban, estuvo presente en la isla aquel día y aseguró posteriormente en su informe de investigación que todo era normal.

Una semana más tarde, el 15 de diciembre, un barco que se dirigía al puerto de Leith procedente de Filadelfia observó que la luz del faro estaba apagada. Aunque al llegar a Leith el capitán informó del incidente, parece que no se tomaron medidas en aquel momento.  

No fue hasta el 26 de diciembre cuando se hizo obvio que algo iba mal en Eilean Mor. Este era el día en que debía realizarse el siguiente relevo, por lo que hacia el mediodía el barco Hesperus llegó a las islas Flannan con Joseph Moore, el ayudante de farero al que le tocaba la siguiente rotación.

Normalmente, cuando un barco llegaba a la isla los fareros bajaban al embarcadero para ayudar con las tareas de desembarco. Sin embargo en aquella ocasión nadie salió a recibir al Hesperus. Otra cosa inusual era que la bandera del faro tampoco estaba izada.

Para llamar la atención de los fareros, el capitán del Hesperus hizo sonar varias veces la bocina del barco, pero como no surgió efecto lanzó una bengala, que tampoco dio ningún resultado. Extrañado, el capitán James Harvie envió un bote a tierra con el farero Joseph Moore y algunos de sus marineros. Joseph Moore fue el único en desembarcar, mientras los demás marineros le esperaban en el bote.

Al llegar al faro, Joseph Moore se encontró con que la verja exterior y todas las puertas del faro estaban cerradas menos que iba a la cocina. En la cocina, el fuego de la chimenea llevaba ya varios días apagados. Ninguno de sus compañeros aparecía por ninguna parte. Sus habitaciones estaban vacías pero las camas estaban hechas. El reloj estaba parado, lo que era señal de que no se le había dado cuerda durante algún tiempo. Cada vez más nervioso, Joseph Moore bajó otra vez al embarcadero a informar a los marineros que estaban en el bote. Estos subieron también al faro y realizaron una segunda inspección, solo para confirmar que el lugar estaba totalmente desierto.

Investigación de la desaparición

Al subir a la linterna, la parte superior del faro donde se encuentra la luz, se dieron cuenta de que todo estaba en orden, con el depósito de combustible lleno y la lámpara preparada para encenderla. Pero seguía sin haber ningún rastro de los tres fareros.

En los siguientes días se procedió a investigar más a fondo, buscando cualquier pista que pudiese aportar luz a lo que hubiese sucedido con los tres hombres. Se descubrió que la última anotación en el cuaderno de bitácora del faro era del 13 de diciembre. Había otras anotaciones del 14 y del 15 de diciembre escritas en una pizarra, que al parecer no había dado tiempo a pasar al cuaderno. La última anotación de la pizarra era del sábado 15 a las 9 de la mañana.

Teniendo en cuenta que la maquinaria estaba limpia y la lámpara estaba preparada para encenderla, parecía que se habían realizado las tareas del día 15. En la cocina los platos y las ollas estaban recogidos, por lo que también alrededor de la hora de la cena los fareros habían seguido su rutina normal. Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que la desaparición debía de haberse producido el sábado 15 por la noche, el mismo día en que el barco ARCHTOR reportó que la luz del faro no estaba encendida.

Joseph Moore y otros tres marineros que habían quedado a cargo del faro también registraron la isla palmo a palmo, sin encontrar ni rastro de sus compañeros. Moore señaló que en la zona del Este de la isla todo estaba en su lugar tal y como lo habían dejado el día 7. Pero en la plataforma de embarque del Oeste descubrieron diversos destrozos. La caja donde se guardaban las cuerdas de amarre y otras herramientas había desaparecido, y algunas de las cuerdas estaban esparcidas entre las rocas.

La barandilla de hierro que bordeaba algunos tramos del camino estaba retorcida, doblada y en algunas partes arrancada de los cimientos. También faltaba el asa de hierro del embarcadero donde se ataba la cuerda de amarre de los botes.

En el camino de hormigón que llegaba a la plataforma encontraron una enorme piedra que pesaba más de 20 quintales, lo que viene a ser casi una tonelada, que se había caído allí después de desprenderse de más arriba del acantilado. Todo parecía indicar que se había producido una tormenta extrema y que la fuerza del viento o del mar había sido inmensa.

Por otro lado, tras observar las prendas de abrigo que faltaban en el faro, se llegó a la conclusión de que Marshall llevaba puestas las botas de agua y el chubasquero, como si hubiese salido preparado para enfrentar condiciones climáticas adversas. Ducat también llevaba puestas las botas de agua, pero no llevaba chubasquero, solo un viejo abrigo impermeable. El abrigo de Donald MacArthur se encontró en el faro, y Joseph Moore afirmó que MacArthur nunca llevaba puesto otro abrigo, solo ese, lo que daba a entender que salió en mangas de camisa al exterior.

La explicación oficial y teorías alternativas

El sábado 29 de diciembre el superintendente Robert Muirhead llegó a la isla para buscar más pistas, pero no encontró nada más de lo que Moore y los otros hombres habían reportado.

La conclusión oficial de Robert Muirhead

El superintendente llegó a la conclusión de que los hombres habían bajado a asegurar la caja que contenía las cuerdas de amarre y otras herramientas, basándose también en la ropa que llevaban puesta. Los impermeables y las botas de agua eran el equipo que solían llevar cuando bajaban a la zona de los embarcaderos. Muirhead creía que en medio de la operación les habría pillado por sorpresa una gran ola que los barrió mar adentro.

Esta es la explicación oficial, pero no a todo el mundo le convenció. La hipótesis de que los arrastró un gran golpe de mar en medio de una tormenta podría ser una explicación plausible pero no la única.

Algunos apuntaron a que el superintendente conocía a los tres fareros, era bastante amigo de Ducat y Marshall y tenía buen trato con MacArthur, así que no era extraño que quisiera cerrar la investigación rápidamente con una conclusión que no diera pie a otros rumores.

¿Devorados por una serpiente marina?

Pero por supuesto casi inmediatamente empezaron a surgir rumores, especulaciones y teorías alternativas de todo tipo que han perdurado hasta hoy. Las más fantásticas hablan de espías, monstruos marinos, barcos fantasmas, fenómenos paranormales o una abducción alienígena.

Otras teorías más realistas sugieren hipótesis relacionadas con peleas, asesinatos y suicidios. Algunos se basan en que MacArthur estaba allí de sustituto y era alguien menos conocido para los otros dos fareros, pudiendo haber surgido discrepancias entre ellos. Una es que los tres hombres pudieron iniciar una pelea y terminaron cayendo por el acantilado, o que uno de ellos, supuestamente MacArthur, asesinó a los otros dos, los tiró al mar y luego se suicidó también.

Detalles escabrosos: una licencia poética

Pero no existían señales de que se hubiese producido una pelea ni mucho menos un asesinato. Aunque algunas versiones mencionan ciertos detalles turbios que se encontraron al llegar al faro, como una silla tirada en el suelo o la mesa puesta con la cena intacta en ella, parece ser que son de un poema de 1912 escrito por Wilfrid Wilson Gibson y titulado “Islas Flannan”. Los testigos siempre afirmaron que no había ningún desorden en el faro, la mesa estaba recogida y todo estaba en su lugar.

El «hoax» de las anotaciones misteriosas

Algunas fuentes también aluden a ciertas anotaciones apócrifas en el cuaderno de bitácora hechas por Thomas Marshall, que revelaban la inestabilidad mental de los fareros en los días previos a su desaparición. El periodista Mike Dash realizó una extensa investigación buscando la veracidad de estas notas y demostró que eran un bulo. Procedían de un artículo falso en una revista sensacionalista estadounidense de los años veinte.

También se ha especulado sobre el hecho de que se ausentaran los tres a la vez del faro, ya que según las normas siempre tenía que quedar al menos uno de ellos en su interior.

El misterio del impermeable de MacArthur

También es extraño que mientras dos de los hombres iban vestidos con ropa de agua, MacArthur no llevase puesta ninguna prenda de abrigo. ¿Qué fue lo que le hizo salir tan precipitadamente del faro? ¿Y cómo es que con las prisas no tuvo tiempo de ponerse el abrigo pero sí de cerrar todas las puertas? ¿O quizás no salió por su propia voluntad?

Una explicación a esto apunta a que pudo sufrir un ataque de locura o una crisis nerviosa, y fue él el primero que salió corriendo del faro en mangas de camisa, seguido de sus compañeros que trataban de detenerle, y entonces fue cuando el golpe de mar les arrastró a todos mar adentro.

Pero esta hipótesis parece bastante rebuscada y algunos objetan precisamente el hecho de que el mar les hubiese arrastrado a los tres a la vez. Los destrozos de la zona oeste de la isla no dejaban lugar a dudas de que la fuerza de la tormenta había sido inmensa. Sin embargo no todo el mundo creía que la misma ola se llevase a la vez a tres hombres y nunca devolviese sus cuerpos.

Una alternativa sería que Ducat y Marshall salieran en medio de la tormenta para comprobar el estado de los materiales y quizás así evitarse una multa de la compañía, cosa que ya les había pasado anteriormente. Mientras tanto, MacArthur se habría quedado dentro encargado de recoger la cocina, pero alarmado porque sus compañeros no volvían salió sin pensar en ponerse el impermeable y las botas. Según esta explicación, a todos les habría arrastrado el mar, pero en momentos diferentes.

Walter Aldebert, que también fue farero en las islas Flannan entre 1953 y 1957, creía más probable que mientras Ducat y Marshall estaban afuera comprobando el equipo, a uno de los dos se lo llevó un golpe de mar y el otro volvió al faro a pedirle ayuda. Por eso MacArthur saldría apresuradamente sin ponerse el impermeable. Posteriormente, al tratar de rescatar a su compañero, a ellos dos también se los habría llevado el mar.

Entre todas las teorías y especulaciones que han ido surgiendo con el tiempo parece que esta de la ola gigante es la más razonable, aunque es imposible saber si el mar se los tragó a todos a la vez o en momentos diferentes.

Lo cierto es que por el hecho de parecer razonable tampoco podemos estar seguros de que haya sido así. Lo que realmente ocurrió con los tres fareros de Eilean Mor sigue siendo un misterio sin resolver. Lo único que sabemos con certeza es que desaparecieron sin dejar rastro aquel fatídico diciembre de 1900.

Gracias por haberme acompañado en este nuevo encuentro a medianoche. ¡Nos vemos en el próximo!

FUENTES:

Balada de Wilfrid Wilson Gibson “Flannan Isle” (1912)

https://www.potw.org/archive/potw230.html

Informes oficiales – Northern Lighthouse Board

https://www.nlb.org.uk/history/flannan-isles/

Artículos del periodista Mike Dash:

https://www.academia.edu/251736/The_Vanishing_Lighthousemen_of_Eilean_Mor

https://www.academia.edu/34329912/Fake_news_and_Macfadden.pdf